Ejercicio rápido del perdón

UN PEQUEÑO EJERCICIO

Piensa en una persona que te haya “hecho daño”. Cierra los ojos y trata de visualizarla delante de tí.

Permite el malestar que te generará entrar en contacto con esta imagen. Permite que se te revuelva el estómago. Permite todas las emociones que surjan.

Pon atención en la respiración y asiente con la cabeza. A continuación di: “Tú también tienes un sitio en mi corazón”.

Observa el efecto de esta frase en tu cuerpo.

Repítelo hasta que el malestar vaya remitiendo. Repítelo hasta que logres un estado de quietud.

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